Ausencia… es lo que soy… noches eternas y continuas… vacío… nada… inexistencia perdida… valioso tesoro, según algunos, perdido y caído en el olvido por falta de piratas con sed de búsqueda… nunca darán conmigo… nunca… porque soy mentira… un fraude… soy la tristeza que yace… y perece poco a poco… soy un beso perdido en tu recuerdo… soy la noche que cae y deja paso al sol, y yo sin caer… locura… se extiende a altas dosis en mis días… gritos ahogados… que se callan por mi propia mano… claves que nadie ve… decepción y error por esperar algo de alguien… siempre decepciones… yo soy mi mayor decepción… incapaz de corregir quién soy… perezco día tras día en ausencias… ausencia de latidos, de alguien que vele por mi delirio… ausencia de sonrisas… estoy perdido… y no queda otro camino que seguir pisando el suelo que piso, y respirar… seguir vivo… siempre, seguir, vivo… sufrir por ello, hasta que no pueda conmigo…
Soportarme a mí mismo, vivir conmigo… quererme a mí mismo… hacerme daño, torturarme, y conversar conmigo… insultarme, abandonarme… vivir en el más puro egoísmo… castigado por mí mismo, con el castigo que más odio en otros, devuelto hacia mí… estoy perdido… y aunque huya, huyo de mí mismo, y yo, siempre me persigo… camino, y camino solo, hablo, y hablo solo, conversaciones conmigo mismo al otro lado del teléfono porque son gritos de ayuda que ellos no saben ver… cohibido… suprimido y degenerado… estoy perdido…
La vida se me queda grande… la noche se me come y se me escapa… los días son continuos… y yo aún viéndolo sigo aquí sin hacer nada por cambiarlo… he perdido… y en lo único en lo que me concentro es…
… en seguir vivo.