Dices que eres nada en un mundo tan normal,
dices que no hay miedo en tus palabras
y cuando tratas de decirme: “gracias”,
tu cuerpo empieza a temblar.

Ayer me dijo el cielo
que la luna no brillará más,
porque anoche tus ojos le robaron su luz;
ayer me dijo el sueño
que no te deje de buscar,
que después de la tormenta
tú serás el sol.

Dices que no hay forma en tus labios
y es que el amor nunca ha tenido forma,
dices que no hay forma de llegar al corazón,
y en tus manos tienes dibujado un mapa que me lleva hasta tu alma.

Tú que cambiaste mi curso para verte soñar,
tú que pides en un grito ser encontrada,
no puedes ser sólo una simple melancolía,
de un mundo que no deja de volar,
de un espacio que tiene una forma
bella, eterna... es divinamente una mujer.

Aunque no te importe nada,
aunque no puedas volar,
yo te encontraré,
en el filo del tiempo,
en la orilla de mi mundo
o en la distancia de tus manos,
porque sé que estás ahí,
donde sólo se puede llegar
tomando la forma que hacen los sentimientos,
pero ahí estaré algún día...ahí te encontraré.